Entrevistamos al director de nuestra agencia de comunicación, marketing y publicidad, con motivo de la celebración por los 15 años que lleva N7 impulsando marcas de cientos de empresas y organizaciones.

Resumen de trayectoria: Quince años de N7. ¿Cómo resumirías esta trayectoria?

Quince años parecen muchos hasta que lo piensas, hasta que los vives, entonces realmente te das cuenta de que han volado. Cuando arranqué N7 en 2010 no imaginaba todo lo que vendría después. No tenía un plan maestro ni una hoja de ruta detallada, pero sí tenía claro que quería ver hasta dónde iba a llegar el marketing online, fuimos una de las primeras empresa especializadas en este sector en la Región de Murcia y aunque comenzamos haciendo sencillas páginas web, en solo unos meses nos centramos en hacer comunicación digital, sin el humo que tanto abundaba en este sector y que tanto sigue habiendo 15 años después.

El primer gran hito fue sobrevivir a los primeros años, que no es poca cosa. Yo venía de ser Director Comercial en Cadena SER y tenía bastante experiencia en otros medios de comunicación tradicionales, pues desde 2002 que acabé la carrera todos mis trabajos habían estado relacionados con la publicidad, en alguna de sus vertientes o siendo alguno de sus actores, ya fuera emisor, receptor o el propio mensaje.

Por eso al principio en N7, la clave fue encontrar clientes, aprender a gestionarlos, equivocarme mucho y corregir rápido. Luego vino el crecimiento: más proyectos, más equipo, más responsabilidad. Pero crecer no siempre es cómodo, no todo ha sido fácil ni brillante. Ha habido decisiones duras, momentos de crisis y ganas de mandarlo todo a la mierda alguna vez. Otro momento clave fue cuando entendí que no podía (ni quería) hacerlo todo yo solo, así que comencé a delegar más, mucho más y a confiar en el equipo. Asumir que la agencia no depende solo de mí ha sido de los aprendizajes más importantes, todas las piezas aportan lo que hoy somos.

Y aquí estamos, 15 años después, con N7 consolidada, con clientes que llevan con nosotros más de una década y con la misma mentalidad de siempre: hacer las cosas bien, con sentido común y tratando cada euro de los clientes como si fuera nuestro.

Evolución del sector: ¿Cómo ha cambiado el mundo de la comunicación y el marketing en estos 15 años? ¿Cuáles consideras que han sido los cambios más relevantes?

Ha cambiado todo. Y no ha cambiado nada. En 2010 aún había empresas que preguntaban si “eso de Facebook” servía para algo. Hoy, el debate ya no es estar en redes, sino cómo destacar en un mundo saturado de contenido irrelevante. Antes, las marcas hablaban y los clientes escuchaban; ahora, si no generas conversación, no existes.

La mayor revolución ha sido la digitalización, pero no en plan titular de periódico, sino en lo que implica de verdad: datos, inmediatez y clientes cada vez más exigentes. Antes, las campañas duraban meses; ahora, en un día puedes saber si algo funciona o no. Eso es brutal, pero también agotador. Vivimos en el marketing de la prueba y error constante. Esto tiene muchas ventajas, pero también hay que saber hacérselo ver a los clientes y al público. Es un puñetero reto diaro. Qué maravilla.

Otro gran cambio ha sido la democratización de la comunicación. Cualquiera con un móvil y un poco de ingenio puede hacer ruido, el problema es que el ruido no siempre es comunicación efectiva. Y ahí es donde las agencias seguimos siendo necesarias: no para hacer lo que el cliente quiere, sino para decirle lo que realmente necesita.

Así que sí, ha cambiado todo: las herramientas, los formatos, los hábitos de consumo. Pero la esencia sigue intacta: comunicar bien sigue siendo lo más difícil y lo más importante. Si hoy en día está de moda el consumo de podcast, hay que llenar ese hueco y por eso hemos sido la primera agencia de Murcia en que monta un espacio profesional de videopodcasting que está siendo un éxito. Creo que este ejemplo define lo que somos y como nos adaptamos a la evolución constante del sector.

Claves del éxito: N7 se ha consolidado como una agencia de referencia. ¿Cuál ha sido la clave para mantenerse y crecer en un sector tan competitivo? ¿Cómo se ha diferenciado N7 del resto?

No hay una única clave, pero si tuviera que resumirlo en una frase: hacer bien nuestro trabajo y no fliparnos más de lo necesario. En publicidad es fácil caer en dos trampas: la de querer gustar a todo el mundo y la de creerte más listo que los demás. Nosotros hemos intentado esquivar ambas. Nunca hemos sido la agencia más grande, ni la más llamativa, ni la que gana premios. Pero sí somos una agencia fiable. Mucho. Y eso, en este sector, vale más que cualquier galardón.

Nos hemos diferenciado por algo muy simple: decimos la verdad. A los clientes, al equipo y a nosotros mismos. Si un cliente viene con una idea absurda, se lo decimos. Si algo no va a funcionar, lo explicamos. Si un proyecto nos va a dar más dolores de cabeza que beneficios, lo rechazamos. Suena obvio, pero en un sector lleno de promesas infladas y expectativas irreales, la honestidad es un diferencial enorme.

Además, hemos sabido evolucionar sin traicionarnos. No nos hemos subido a cada moda pasajera, pero tampoco nos hemos quedado atrás. Nos hemos adaptado, hemos aprendido y, sobre todo, hemos seguido disfrutando de lo que hacemos. Porque si hay algo que mata una agencia, es volverse un sitio donde nadie quiere trabajar.

Si seguimos aquí después de 15 años, es porque hemos sido coherentes. Y porque, aunque a veces alguna campaña nos quite el sueño, nos sigue encantando esta profesión.

Impacto de las redes sociales: ¿Qué papel ha jugado la evolución de las redes sociales en la forma en que las marcas comunican hoy en día?

Las redes sociales lo han cambiado todo. No es que hayan sustituido a la publicidad tradicional, es que han cambiado las reglas del juego entero. Antes, una marca decía algo y el público, con suerte, lo escuchaba. Ahora, la gente responde, opina, critica, desmonta campañas en minutos y, si te descuidas, convierte tu mensaje en un meme.

El gran impacto ha sido la inmediatez. Ya no basta con planificar una campaña perfecta y esperar resultados, tienes que estar atento a lo que pasa en el mundo, reaccionar rápido y, sobre todo, entender que el control absoluto de la comunicación ya no existe.

También han puesto a prueba la creatividad. Antes, el formato lo limitaba todo: un anuncio de 30 segundos en tele, una página en prensa, un cuña de radio. Ahora tienes que captar la atención en dos segundos, en un scroll infinito, entre vídeos de gatos y teorías conspiranoicas. Y eso obliga a las marcas a pensar de otra forma. Pero ojo, porque las redes sociales también han traído un problema: la obsesión por el corto plazo. La mayoría de marcas quieren resultados inmediatos, viralidad y métricas que queden bonitas en un informe. Pero lo que realmente construye una marca es la constancia, no el golpe de efecto.

Así que, de nuevo sí, las redes sociales han sido una revolución, pero hay que saber usarlas. No todo vale. No todas las marcas tienen que estar en todas las plataformas. Y, sobre todo, no hay que confundir ruido con impacto.

Campañas significativas: En estos 15 años, ¿ha habido algún proyecto o campaña que haya marcado un antes y un después en la agencia?

Sí, varias. Pero no siempre por lo que la gente espera. Echo la vista atrás y no me vienen a la cabeza las campañas más rentables o las más fáciles, ni tan siquiera las más grandes y problemáticas, hay momentos que no sabes bien por qué pero se graban a fuego.

Hay campañas que fueron un punto de inflexión en la agencia, no solo por el impacto que tuvieron, sino por lo que aprendimos en el proceso. Algunas nos hicieron crecer, otras nos obligaron a cambiar nuestra forma de trabajar, y unas pocas nos demostraron que hay proyectos que es mejor rechazar. El boca a boca entre clientes satisfechos siempre es algo para recordar, por ejemplo cuando se corre la voz de que eres bueno comunicando en un sector, no hay mejor síntoma de que las cosas se hacen bien.

También hubo campañas que nos abrieron puertas. Cuando conseguimos trabajar con ciertas marcas o instituciones, nos dimos cuenta de que ya no éramos una agencia pequeña con ganas de crecer, sino una con un nombre consolidado. Aun con toda la burocracia que supone participar de concursos públicos, estamos orgullosos de haber ganado un buen número de ellos en los últimos años. Ver el nombre de tu empresa como la más puntuada en una de éstas “competiciones” es una experiencia que no se olvida.

Pero si tuviera que elegir una campaña que realmente marcó un antes y un después, diría que fue la primera vez que un cliente nos dijo: “Hacedlo como queráis, confío en vosotros”. Ahí supimos que habíamos hecho bien nuestro trabajo. De hecho, alguna vez directamente los clientes no nos piden presupuesto. “Sabemos que tenéis tarifas acordes a vuestra calidad, poned vosotros el precio”, nos han llegado a decir.

Demandas de los clientes: ¿Qué es lo que más reclaman los clientes de una agencia como N7?, ¿hacia dónde avanzan esas necesidades?

Cuando un cliente conoce el sector, lo primero que quiere, y sabe que lo quiere, es que una agencia le haga todo. Un servicio global. Que le actualicemos el logotipo, le gestionemos las redes, le optimicemos la web, le posicionemos en Google, le organicemos el evento de aniversario y, ya que estamos, le grabemos un vídeo épico con drones. Un todo en uno. Y eso es lógico. Las empresas no quieren coordinar a cinco proveedores distintos ni meterse en terrenos que no dominan. Buscan alguien que lo entienda todo y lo ejecute bien. El problema es que no siempre valoran lo que cuesta hacer las cosas bien. Quieren resultados inmediatos, pero no siempre están dispuestos a invertir lo necesario.

Nosotros hemos aprendido a equilibrar expectativas con realidad. No hacemos promesas vacías, ni nos vendemos como la agencia que lo hace todo por cuatro duros en dos semanas. Si aceptamos un proyecto, es porque sabemos que podemos hacerlo bien. Y si no, decimos que no.

¿Hacia dónde van las necesidades? Hacia agencias que entiendan negocio tanto como creatividad. Que no solo diseñen bonito, sino que ayuden a vender. Que sepan decirle a un cliente que lo que quiere no es lo que necesita. Y, sobre todo, que sean socios estratégicos, no simples ejecutores de tareas. Y ello, muchas veces, tiene detás otra necesidad encubierta: vender más, destacar y que su competencia tiemble cuando los vea.

Lo que ha cambiado es cómo creen que pueden conseguirlo. Antes, las empresas casi exclusivamente buscaban visibilidad, quizá obsesionados por la frase que más daño ha hecho jamás: “Que hablen de ti aunque sea mal.” Ahora en cambio cada vez nos piden más consultoría, más estrategia, más (como se dice ahora) 360. No es raro que nos llamen cuando han probado antes otras cosas que no les han funcionado. Y esto nos gusta, porque significa que confían en nosotros no solo para ejecutar, sino para pensar.

En N7 impulsamos marcas, ayudamos a la empresas a encontrar su voz en un mundo ruidoso y, sobre todo, les decimos cuándo es mejor callar. Y de paso les damos algo especial: tranquilidad y relajación, para que se centren en el día a día de sus negocios sin preocuparse de lo que dejan en nuestras manos.

Desafíos: El Angliru, el Mortirolo o el Tourmalet son los escollos más famosos a los que se enfrentan los ciclistas, como director general de N7 ¿cuál ha sido el “puerto” más duro que has tenido salvar?

Sin duda, el puerto más duro que hemos tenido que salvar fue cuando tomamos la decisión de reinventar la agencia, pasando de “El siete está en todas partes” como claim , a “Impulsa tu Marca”, una declaración de intenciones, un cambio de enfoque radical que giraba desde mirarnos a nosotros mismos, pues era necesario darnos a conocer, hacia la apertura al exterior, auto reconociéndonos como gran agencia y poniendo el foco en los clientes y cómo podíamos ayudarles.

Nos enfrentamos a un cambio de mentalidad, de cultura, de procesos. Decir adiós a una forma de trabajar que ya no nos representaba y empezar de cero en muchos aspectos fue como escalar un puerto especial del Tour de Francia con viento en contra (y creedme que sé de lo que hablo porque lo he hecho varias veces). El miedo al fracaso, la incertidumbre de no saber si daríamos el siguiente paso correctamente, todo eso nos ha acompañado. Pero era necesario, porque sabíamos que quedarnos donde estábamos no era una opción. Y aunque fue complicado, ahora miro atrás y veo que fue una de las mejores decisiones que tomamos.

Otro desafío importante fue durante la crisis del Covid-19. Tuvimos que adaptarnos rápido, replantearnos las estrategias, ser más eficientes y ágiles. Muchos de nuestros clientes decidieron recortar sus inversiones publicitarias de la noche a la mañana, lo que supuso un golpe durísimo a nuestra línea de flotación / facturación. Optamos por profundizar en nuestras fortalezas y buscar nuevos nichos. Fue una montaña rusa, con momentos de mucha tensión, pero al final salimos reforzados, pues muchas pequeñas empresas de nuestra competencia no tenían nuestros “riñones” y tuvieron que cerrar, lo que nos dio aun si cabe más cuota de mercado.

Los puertos duros siempre se enfrentan con un equipo fuerte, y en N7 la clave ha sido rodearme de un grupo que entiende y comparte mi visión, que va más allá del trabajo y se involucra. A esto sumaría un tema de conversación recurrente en nuestros cafés de equipo: el respeto y aprecio real que les tengo a todos ellos.

Por ello, cuando vienen moimentos difíciles, que vendrán, hay que aprender a confiar en que aunque todo se vea cuesta arriba, siempre hay una forma de llegar a la cima. Nunca hemos tenido un equipo tan bueno como el que ayer mismo se fue de comida de empresa y acabó cantando en un karaoke. Nos complementamos perfectamente, por separado somos muy buenos, pero entre todos somos el empresario perfecto, el creativo perfecto, el gerente perfecto, el comercial perfecto, el publicista perfecto, el consultor perfecto. Somos un pedazo de equipo, leches, es que es verdad.

Responsabilidad social: En tiempos donde las empresas son cada vez más evaluadas por su impacto social y sostenibilidad, ¿cuáles son las iniciativas de N7 en estas áreas y cómo planean integrar estas preocupaciones en sus estrategias futuras?

En N7 siempre hemos tenido claro que las marcas no solo deben ser rentables, sino responsables. No podemos ignorar que el mundo está cambiando y que, como empresa, nuestra influencia tiene un impacto directo en la sociedad y el medio ambiente. Desde el principio, hemos intentado tomar decisiones que no solo busquen el beneficio económico, sino también el bienestar común. Cuando te va bien hay que devolverlo a la sociedad y nuestra política de RSC es un fiel reflejo de esta sensibilidad.

La responsablidad social corporativa es parte de nuestra identidad y hemos impulsado varias iniciativas solidarias con organizaciones locales del ámbito de la integración y otras ONG como Astrapace, Fundown, Asteamur, Famdif, Never Surrender… Además, colaboramos con Green Motion en el Salón de la Movilidad Sostenible, promoviendo alternativas ecológicas. Creemos en el impacto positivo, apoyando multitud de proyectos deportivos como patrocinadores (Ucam Murcia Baloncesto, Costa Cálida Cycling Team, N7 Beniel Baloncesto, Club Triatlón Murcia, o el equipo de alto rendimiento deportivo de Jorge Preparador) y seguimos comprometidos con generar valor en nuestra comunidad a través de nuestras acciones.

En cuanto al futuro, vamos a seguir integrando la RSC en todo lo que hacemos. Pero no por la foto, creemos en ello y estamos (estoy especialmente) sensibilizado con ello. Queremos ser una agencia que no solo ayude a las marcas a crecer, sino que también las inspire a ser mejores, más éticas, más comprometidas con el entorno y la sociedad. Cada vez más, las marcas son conscientes de que sus consumidores valoran los esfuerzos por mejorar el mundo, y nosotros queremos estar ahí, ayudándolas a entender esas diferencias.

Y no solo se trata de hacer lo que está de moda. Queremos que nuestra ética sea parte de la identidad de N7, algo que no solo se vea en nuestros resultados, sino en el impacto positivo que dejamos en cada proyecto.

Visión del futuro del marketing: ¿Cómo ves el futuro del marketing y la publicidad?

El marketing está en plena revolución, pero no por la tecnología en sí, sino por cómo la usamos. La inteligencia artificial, el big data y la automatización son sin duda alguna herramientas potentes, pero sin estrategia, sin creatividad, no son nada. El futuro no va de más anuncios, sino de mejores mensajes, más personalizados y con un propósito real. Que cada acción genere una reacción.

Las marcas que solo piensan en vender a corto plazo lo van a pasar mal. La clave ha sido siempre y siempre será la construcción de relaciones auténticas, en la generación de confianza y en la diferenciación real, no solo estética. ¿Y eso cómo se logra, Nacho? Con un branding sólido, con historias bien contadas y con una coherencia brutal entre lo que se dice y lo que se hace.

Por otro lado, la saturación publicitaria es terrible. La gente cada vez confía menos en la publicidad tradicional y más en la recomendación de su entorno, en lo que ve y siente. Ahí entra el marketing de experiencias, la construcción de comunidades y la humanización de las marcas. El futuro pasa por entender que no es suficiente con gritar más fuerte, sino con decir algo que realmente importe, aunque sea en voz baja y a cuatro personas realmente interesadas. Esa labor previa de segmentación es el verdadero Santo Grial.

Las agencias tenemos delante un reto enorme: dejar de ser simples proveedores de servicios y convertirnos en socios estratégicos de nuestros clientes. En N7 siempre lo hemos tenido claro, de hecho esa frase aparece en nuestras propuestas desde hace muchos años: el marketing que viene es el que impulsa marcas desde la verdad, desde la diferenciación real y desde la conexión auténtica con su audiencia.

Celebración del aniversario: ¿Qué significa para ti y para el equipo cumplir 15 años?

Buah, es que lo pienso y no me lo acabo de creer. Perdón si suena demasiado poco al típico CEO o poco a super empresario consolidado, pero es que no hay día que me levante y piense: “Joder, Nacho, menudo proyecto guapo tienes entre manos”. 15 años con N7 es mucho más que una cifra redonda. Es la confirmación de que lo que un día empezó como un “y si” ha crecido hasta convertirse en una agencia consolidada, con identidad propia y con un equipo que comparte cada día mi visión.

Para mí, significa evolución. No somos los mismos que hace 15 años, ni como profesionales ni como personas. Hemos aprendido, hemos cambiado, nos hemos equivocado y hemos acertado. Cada campaña, cada cliente, cada decisión ha sido un peldaño más en una escalera que no sabemos dónde nos llevará, pero que seguimos subiendo con la misma ilusión. Para el equipo, creo que este aniversario significa orgullo al ver lo que hemos construido juntos, de ver que nuestra forma de hacer las cosas funciona y de sentir que, aunque el sector cambia cada día, seguimos siendo relevantes. Y eso, en un mundo tan competitivo, no es fácil.

Este aniversario es un momento para mirar atrás y celebrar, pero también para mirar adelante con la ambición de seguir creciendo, es como cruzar la meta de una maratón: llegas exhausto, pero con la satisfacción de haber peleado cada kilómetro. Han sido años de esfuerzo, cambios, incertidumbre, alguna derrota y muchas decisiones clave, pero también de risas, de aprendizaje y de victorias que nos han hecho más fuertes.

Para mí, esta celebración es la prueba de que hacer las cosas con coherencia y visión funciona. No hemos seguido atajos, no hemos vendido humo, hemos construido algo real. Y para el equipo, creo que significa saber que formamos parte de algo con alma, con historia y con futuro. Nos hemos reinventado varias veces, hemos superado obstáculos que parecían insalvables y hemos demostrado que no solo seguimos aquí, sino que estamos mejor que nunca. Y eso, en un sector tan volátil como el nuestro, vale oro.

15 años después, miro atrás y veo que todo ha merecido la pena. Pero lo mejor es que sigo mirando adelante con las mismas ganas.

Mensaje aniversario: Un mensaje que te gustaría transmitir a clientes, colaboradores y seguidores en este aniversario.

15 años impulsando marcas. Este va a ser el claim para 2025, lo que queremos transmitir durante todo este periodo. Y no solo es un eslogan: es nuestra forma de entender el trabajo que hacemos. Hemos ayudado a muchas marcas a encontrar su voz, a posicionarse, a crecer y a superar sus propias limitaciones comunicativas. Pero lo más importante es que, en estos 15 años, también nos hemos impulsado a nosotros mismos. Cada cliente, cada proyecto, cada reto ha sido una oportunidad para aprender y mejorar.

Como ya expuse antes en esta misma entrevista, evolucionar de “El siete está en todas partes”, a “Impulsa tu Marca” es posiblemente la mejor explicación que podamos ofrecer a cualquiera que nos pregunte.

Este aniversario no es solo nuestro. Es de cada cliente que ha confiado en nosotros, de cada colaborador que ha sumado su talento, de cada persona que ha formado parte de esta historia. Porque si algo hemos aprendido en estos años es que impulsar marcas no es solo diseñar, planificar y ejecutar campañas. Es implicarse, entender, sentir cada proyecto como si fuera propio. Es no conformarse con lo fácil, con lo que todo el mundo hace. Es querer siempre ir un paso más allá.

Consejos para empresarios o emprendedores: Si pudieras dar un consejo a los emprendedores o empresas que buscan mejorar su comunicación, ¿cuál sería?

El mejor consejo es que, paradójicamente, se dejen aconsejar. Fácil.

Si tuviera que dar otro, diría: “No subestimes el poder de la comunicación, pero tampoco lo sobrestimes.” Parece una contradicción, pero no lo es. La comunicación no lo es todo, pero sin una comunicación clara, estratégica y bien ejecutada, lo demás se queda en el aire. Damos por hecho cuando trabajamos con alguien que ofrece el mejor servicio o producto de su sector, pero no basta con tener un buen producto o servicio si nadie sabe que existe, si no eres capaz de transmitir lo que lo hace especial.

Un punto clave más: no comuniques solo para ti mismo. A veces veo empresas obsesionadas con lo que ellas quieren decir, pero completamente desconectadas de lo que su audiencia realmente quiere escuchar. La comunicación efectiva no es un monólogo, es un diálogo constante con tu público. Y eso implica escuchar, analizar y adaptarse. Como a veces decimos a nuestros clientes: “No estás hablando a un espejo, eres el speaker en un auditorio.”

Y, por último, sé coherente. No puedes decir que eres innovador si sigues haciendo lo mismo de siempre. No puedes hablar de cercanía si no respondes a tus clientes. No puedes querer ser premium con una imagen de marca descuidada. La comunicación no es solo lo que dices, sino lo que haces y cómo lo haces.

Como guinda, permitidme la osadía, recomendaría leer mi libro, como dijo un periodista que me entrevistó cuando se lanzó, se trata de un ejercicio de generosidad, pues en él encontraréis un buen número de ejemplos y buenas prácticas desarrolladas durante mis más de 20 años de experiencia en la publicidad.

Proyecciones futuras: ¿Qué le espera a N7 en el futuro? ¿Qué proyectos o direcciones tenéis en mente para seguir creciendo y evolucionando?

Si algo tenemos claro es que quedarse quieto no es opción. Lo que hoy funciona, mañana puede ser historia. Y lo que hoy parece una locura, en un año puede ser tendencia. Así que el futuro de N7 es, sobre todo, movimiento. Adaptarnos, probar, equivocarnos rápido y seguir avanzando.

Vamos a seguir apostando por lo que mejor sabemos hacer: ayudar a las marcas a encontrar su sitio. Pero no de cualquier manera. Queremos ser aún más estratégicos, más valientes y más directos en nuestras propuestas. Que las marcas con las que trabajamos no solo comuniquen mejor, sino que vendan más, crezcan más y conecten mejor con sus clientes.

También hemos iniciado un proceso de limpieza de clientes cortoplacistas o que no nos aportan también a nosotros, me explico: tenemos la suerte de poder elegir con quien andar este precioso camino y si antes, lógicamente, asumíamos ciertos comportamientos o actitudes, eso ahora es una línea roja que no dejamos cruzar. No es que el cliente siempre tenga la razón, es que casi nunca la tiene. Y así se lo hacemos ver.

También tenemos claro que la publicidad está cambiando y tenemos que ser los primeros en adaptarnos a ello: La inteligencia artificial, los nuevos formatos, las diversas y novedosas formas de consumir contenido… Todo se mueve. Y ahí queremos estar nosotros: entendiendo, filtrando lo útil de lo pasajero y aplicando lo que realmente aporta valor.

¿Nuevos mercados? Posiblemente. ¿Nuevos servicios? Seguro. ¿Nuevas formas de entender el branding? Sin duda. Pero, sobre todo, lo que nos espera en el futuro es lo mismo que nos ha traído hasta aquí: trabajo bien hecho, clientes contentos y un equipo que disfruta de lo que hace. Porque si algo funciona, ¿para qué cambiarlo? Solo hay que mejorarlo.

Identidad de marca: ¿Es hoy en día N7 menos de Nacho Tomás y más N7 como una marca propia y reconocida?

N7 siempre ha llevado mi ADN, sería absurdo negarlo. Pero si después de 15 años siguiera siendo solo «la agencia de Nacho Tomás», algo habríamos hecho mal. N7 es una marca con identidad propia, con una reputación que trasciende mi nombre y con un equipo que hace que todo funcione, crezca y evolucione. Eso sí, hay algo que no cambia: la forma en la que hacemos las cosas. La esencia sigue ahí, la visión sigue siendo la misma, pero ahora es mucho más grande que yo. Y eso es lo que más me enorgullece.

Es curioso, pero una de las cosas que más me hacen sentir orgulloso es que ya no conozco a todos nuestros clientes. Y lejos de verlo como una pérdida de control, lo veo como una confirmación de que el sistema funciona. Significa que N7 ha crecido lo suficiente como para que haya clientes que llegan, confían en nosotros y trabajan con nuestro equipo sin que yo tenga que estar en cada fase del proceso.

Esto no es casualidad, es el resultado de años de trabajo, de construir un departamento comercial sólido, de tener un equipo de lanzamiento de proyectos perfectamente engrasado, de haber generado una confianza que permite que la marca camine sola. Y eso es lo mejor que le puede pasar a una empresa: saber que su éxito ya no depende únicamente de una persona, sino de una estructura que funciona, que evoluciona y que, sobre todo, sigue dando resultados. El planning de organización de vacaciones de un equipo de 15 personas como el nuestro puede dar fe de esto que comento (risas).

Reflexión personal: Contento de haber nacido, ¿contento de estos 15 años de la agencia?

No mucha gente sabe que esta frase, que sigo usando como “bio” en todas mis redes sociales, no es mía, sino de mi padrino, al que debo muchas cosas en la vida. Mi familia es el eje primordial y puntal vital de mi existencia. Y cuando faltan piezas sufro muchísimo, estos años han sido malos en ese sentido, por eso hay que agradecer cada mañana la suerte que tenemos.

¿Contento de haber nacido? Sin duda. Y más de mi familia con la que la vida es tan contenta y gratificante (aún teniendo dos adolescentes en casa con todo lo que ello supone). ¿Y contento de estos 15 años de N7? Por supuesto que también. Pero más que contento, diría que orgulloso. Orgulloso de no haber tirado la toalla cuando las cosas se pusieron difíciles, de haber construido algo que no depende solo de mí y de haber logrado que esta agencia tenga su propio latido.

Estos 15 años han sido una mezcla de carrera de fondo y esprint constante. Días de adrenalina pura y días en los que todo pesaba. Pero aquí seguimos, y lo mejor es que seguimos con ganas. Ganas de mejorar, de crecer, de seguir aportando. No me obsesiona la nostalgia ni mirar demasiado al pasado, pero cuando echo la vista atrás, veo que todo ha tenido sentido. Que cada decisión, cada acierto y cada error nos ha traído hasta aquí.

Y lo más bonito de todo es que esto no es un final ni un balance definitivo. 15 años no son un destino, son una etapa.

Seguimos en marcha.

Con la misma ilusión con la que empezamos.

×