Desde que Google se fundó a finales de 1998, hemos aprendido al menos dos cosas sobre ellos. La primera es que no se suelen equivocar. Y la segunda, es que cuando lo hacen, terminan por arreglarlo. La compañía más poderosa del planeta ha tenido algún que otro borrón en su larga lista de éxitos. Las Google Glass, que no han terminado por despegar, Google Reader, aquel lector de feeds RSS que a algunos sí nos gustaba… y sus redes sociales. Ni la primigenia Orkut, ni Wave, ni por supuesto la incompleta Google+ han terminado por funcionar. ¿Significa eso que la compañía de Larry Page desista de sus intentos? Ni por asomo. Pero tocaba cambio de estrategia. Tocaba re-lanzar Google My Business.
Desde hace unos meses Google ha puesto toda la carne en el asador con Google My Business… y parece que esta vez sí hay resultados. La implementación de las reseñas (y sobre todo, la mayor visibilidad que se le ha concedido) en los resultados de las búsquedas hacen que el consumidor de repente tenga todavía más poder de decisión y de una forma más rápida e inmediata. Ahora, al realizar una simple búsqueda en Google podemos conocer lo que piensan los clientes de nuestra empresa que además vemos traducida en forma de opinión/reseña con una nota del 1 al 5. Lo cual, de un plumazo, puede tirar al traste años de trabajo bien hecho.
Vale, bien. Pero esto no es nuevo, diréis. Esto de las estrellas, de las opiniones, ya lo hemos visto en Facebook o en Tripadvisor, sin ir más lejos. Hasta Google lo tenía implementado. Y tendréis razón, al menos en parte. Aunque el sistema no tiene nada de novedoso, nunca había sido tan directo. Una simple búsqueda en Google y justo al lado, automáticamente, la opinión de ese gimnasio al que te ibas a apuntar, la de ese restaurante que dicen que es tan bueno, o la de esa clínica dental que te recomendaron. Ya no hace falta entrar a ninguna red social y ver la página de la empresa. Google ha eliminado ese paso. O al menos, lo ha minimizado. Y literalmente con solo golpe de un clic.
Y claro, esto es una gran ventaja para el cliente… pero un quebradero de cabeza para la empresa. Porque reconócelo, a Google+ no entraba casi nadie y no le prestábamos mucha atención. Y Google My Business… ¿no era más o menos lo mismo? Hasta es posible que no recuerdes la contraseña para acceder. Puede que justo cuando termines de leer esto (o antes) ya estés buscando el nombre de tu empresa para saber lo que opinan de ti. Porque posiblemente ya lo han hecho. Y quizá te lleves una sorpresa.
Por eso, se va a hacer vital que eches un ojo de vez en cuando a estas opiniones/reseñas. Que las gestiones, igual que gestionas un comentario en Facebook o una mención en Twitter. Que intentes eliminar (verás que no es fácil) aquellas que no sean legítimas. Y que actualices periódicamente tu perfil de Google My Business. Porque sí, ahora es una red social, y eso implica movimiento. Así que, desde hace unos meses, incluso puedes ir subiendo novedades en forma de publicaciones en ese muro.
Un muro que ha pasado de estar casi oculto a situarse justo delante de tus futuros clientes.
¿Y querrás que diga algo bonito sobre ti, verdad?